La apuestas Euroliga atraviesa un momento de concentración financiera sin precedentes. Con el anuncio de un sistema de regulación salarial —similar en concepto al “luxury tax” de la apuestas NBA— y el aumento constante de las cotizaciones de sus estrellas, los clubes del máximo nivel del viejo continente invierten cifras cada vez más elevadas para asegurarse talento de primer orden.
Aunque no existe un “techo salarial” estricto, sí se habla ya de regulación mediante Fair Play financiero, con el objetivo de moderar gastos y transparentar contratos. Aun así, las disparidades fiscales entre países —impuestos nacionales, regímenes especiales o exenciones— siguen marcando profundas diferencias en lo que los jugadores perciben “limpios”.
Los mejores pagados de la Euroliga 2025-26 (salarios netos en dólares):
Estos son los jugadores mejor pagados de la Euroliga palmarés en la temporada 2025-26 (salarios netos estimados, en dólares):
- Vasilije Micić – $5,6 M (Hapoel Tel Aviv): Entra al tope del ranking con un contrato monumental, según los informes recientes.
- Kendrick Nunn – $5,3 M (Panathinaikos BC): Tras renovar por varias temporadas, sigue entre los más valorados, manteniendo un salario elevado.
- Sasha Vezenkov – $4,1 M (Olympiacos BC): En su segundo año de contrato, sigue percibiendo una cifra cercana a la que podría tener en la NBA, lo que reafirma su estatus de estrella europea.
- Shane Larkin – $3,75 M (Anadolu Efes): Veterano y figura consolidada del club turco, continúa siendo uno de los jugadores mejor pagos del continente.
- Džanan Musa – $3,5 M (Dubai BC): Su traslado a un proyecto en Dubái, libre de impuestos sobre la renta, ha disparado su salario neto hasta niveles poco habituales.
- Evan Fournier – $3,2 M (Olympiacos BC): El ex NBA ha conseguido unas condiciones económicas acordes a su experiencia, que lo colocan entre los más remunerados.
- Mathias Lessort – $3,2 M (Panathinaikos BC): A pesar de haber sufrido lesiones, su nuevo contrato lo sitúa por primera vez entre el Top 10 salarial.
- Kostas Sloukas – $3,1 M (Panathinaikos BC): Con un incremento salarial notable, se consolida como uno de los griegos mejor pagados de la historia reciente.
- Mike James – $3,0 M (AS Monaco): El veterano estadounidense sigue siendo atractivo para la Euroliga, y su ficha lo mantiene en la lista de los más ricos del basket europeo.
- Walter Tavares – $2,7 M (Real Madrid Baloncesto): El pívot caboverdiano es el único representante de un club español entre los diez mejor pagados, aunque su salario real puede verse reducido por la pesada carga fiscal en España.
Implicaciones económicas y contexto competitivo
El salto en las cifras salariales demuestra que la Euroliga busca competir de tú a tú con la élite global del baloncesto. En este contexto, clubes como Panathinaikos, Olympiacos o Hapoel Tel Aviv muestran una capacidad de inversión muy por encima del promedio europeo.
Sin embargo, la fiscalidad sigue siendo un factor determinante. Mientras algunos jugadores disfrutan de regímenes fiscales favorables (por ejemplo, en Dubái o Mónaco), otros en ligas como la española deben hacer frente a impuestos elevados, lo que reduce el atractivo real del salario “sobre el papel”.
La reciente introducción de normas de Fair Play financiero —con límites salariales, controles presupuestarios y posibles sanciones a quienes excedan ciertos umbrales— apunta hacia una intención de equilibrar la competición, aunque los contratos de superestrellas siguen elevando el listón de gasto en la Euroliga.
Conclusión
La temporada 2025-26 marca un antes y un después en la Euroliga: los salarios alcanzan cifras históricas, los contratos de máxima exigencia se normalizan y la presión financiera sobre los clubes crece. Para los aficionados y apostadores de 888, este fenómeno no solo representa un aumento de talento y competitividad en cancha, sino también una señal clara de que el baloncesto europeo aspira a consolidarse como una alternativa sólida —y muy rentable— al mercado norteamericano. Habrá que ver si este estallido salarial resulta sostenible a largo plazo o si los controles y regulaciones terminan moderando estas cifras. Lo que sí es seguro es que la Euroliga nunca había estado tan cara… ni tan interesante para las apuestas de baloncesto.
