Seguimos utilizando el ciclismo como fuente de inspiración para recordar algunos de los mejores momentos de la historia del deporte español. Y en esta ocasión, tras haber recordado a Miguel Indurain y otros campeones del Tour de Francia, nos vamos a Colombia, donde en 1995 se disputó el que creemos es el Mundial de Ciclismo más memorable para los aficionados españoles; con triunfo de Abraham Olano en la prueba de fondo en carretera y de Miguel Indurain en contrarreloj; quedando ambos también en segundo lugar en la otra prueba.

Pero evidentemente, hablar del Mundial de Ciclismo de Colombia es sinónimo de hacerlo de la prueba estrella, la de ruta, que en aquella ocasión nos tenía reservado un circuito épico además de convertirse en una referencia para los propnosticos del futuro, demostrando que el gran favoritismo de un jefe de filas puede verse truncado por la estrategia de carrera que permite a un gregario aprovecharse de las circunstancias.

Fue la primera y única vez que el Mundial se disputaba en Colombia y evidentemente Miguel Indurain, tras ganar cinco tours se presentaba como gran favorito, aunque los ciclistas locales y escaladores natos como Marco Pantani parecía le podrían poner las cosas difíciles....

Un circuito muy exigente a casi 3000 metros de altitud

El 4 de octubre de 1995 era el día marcado en el calendario de los aficionados al deporte español ya que esperábamos que tras acabar segundo en Oslo el año anterior (sólo por detrás de Lance Armstrong), Miguel Indurain lograría vestirse por primera vez con el maillot arco iris que acredita al campeón del mundo. Duitama fue la zona elegida de un país de gran tradición ciclista -Colombia- y lógicamente se creó un circuito durísimo para que sólo los grandes escaladores o ciclistas muy completos pudieran tener opciones.

Fueron 15 vueltas a un circuito de poco más de 17 kilómetros donde destacaba el ascenso del Alto del Cogollo, un puerto cuya cima estaba ubicada a 2833 metros sobre el nivel del mar y con una pendiente media del 7%. La distancia total de la prueba estaba fijada en 265 kilómetros por lo que para muchos aún es ésta la cita mundialista más exigente de las celebradas en la historia de esta competición.

Como muestra de la dificultad del circuito, destacar que de 98 participantes, sólo 20 acabaron la carrera...

A lo estricto del circuito se le añadió la lluvia, algo que a más de 2700 kilómetros sobre el nivel del mar hizo de la carrera una auténtica escabechina para los favoritos. De hecho, además de caídas y el peligro constante de un pavimento mojado en un contexto de máxima rivalidad por no perder las primeras posiciones en las zonas más complicadas de las ascensiones al Cogollo, los pinchazos fueron los otros grandes protagonistas de la carrera. De hecho, los dos grandes protagonistas de la selección española tuvieron sendos pinchazos: primero Indurain y luego Olano.

Emoción hasta los metros finales: oro y plata para España

Aunque esta carrera suele recordarse como una muestra de generosidad por parte de Miguel Indurain, lo cierto es que las circunstancias hicieron que como pasa muchas veces en el ciclismo profesional, el favorito en esta clase de carreras vea com un compañero de equipo se aprveche de las circunstancias (que el jefe de filas está muy vigilado) para poderse escapar y sacar partido de las dudas que se generan en los rivales si gastar energías en perseguirle o esperar al movimiento del líder.

Tras más de seis horas de carrera, el desenlace de la misma llega en la penúltima vuelta al circuito con una lluvia incesante. Hasta ese momento, el Chaba Jiménez había sido el ciclista encargado de detener los ataques por parte del equipo español y en un momento determinado Indurain ataca para ver cómo están los adversarios... enseguida varios ciclistas cabeza de filas de las selecciones alemana, italiana, colombiana y suiza reaccionaron y saltaron a rueda del navarro. Pero enseguida, Abraham Olano ataca y en ese momento nadie lo sigue. Indurain se pone a la cabeza del pelotón mientras Olano sigue avanzando en solitario y sumando segundos al reloj... dedicándose a proteger a su compañero de equipo que rápidamente conseguiría 30 segundos de ventaja.

Así transcurren los últimos 15 kilómetros de la carrera, con Olano marchando en solitario y Indurain controlando a los rivales, haciendo imposible que el pelotón -de escasamente 15 unidades- se uniera para atrapar al ciclista vasco. Olano no pierde tiempo en la última subida al puerto y cuando ya solo queda el descenso y 2 kilómetros llanos, pincha la rueda trasera por lo que ante la proximidad de sus rivales decide no cambiar la bici y seguir pedalenado con la llanta trasera tocando el asfalto...

El sufrimiento de los aficionados viendo a Olano pedalear en esas circunstancias se convirtió en gozo cuando el vasco ya entraba en el último kilómetro y poco a poco se acercaba a la meta, donde acabó llegando en solitario. Justo detrás a unos 20 segundos Indurain y su máximo rival Marco Pantani realizaban un sprint en el que el navarro se acabaría imponiendo para acompañar a Olano desde la segunda posición del podium.

En cuanto a tiempos, destacar que Olano paró el cronómetro de la prueba en 7 horas, 9 segundos y 55 centésimas; mientras que Miguel Indurain y Marco Pantani acabarían segundo y tercero respectivamente para completar un podium histórico.

Recordar además que como ya hemos mencionado, 48 horas antes de esta carrera que serviría para ver cómo Abraham Olano conseguía el oro y Miguel Induráin la plata, los dos mismos protagonistas intercambiaron posiciones en la prueba contrarreloj, por lo que el campeón del mundial en esta especialidad fue Miguel Indurain, que consiguió el Oro tras obtener el mejor tiempo (55min 30 segundos) con 48 segundos de ventaja sobre el segundo, Abraham Olano segundo a 48 segundos y más de un minuto sobre el aleman Uwe Peschel, que acabaría tercero.

 

Inicio de una racha triunfante en los Mundiales para España

El triunfo de Abraham Olano sirvió para que el ciclismo español encontrara en el vasco un candidato a sustituir la exitosa carrera de Miguel Indurain, cuyo reinado en el Tour de Francia ya habría acabado con el triufo de su quinto maillot amarillo en Paris el verano pasado.

Pero además, esta exhibición de la selección española personalizada en el primer y segundo lugar para Indurain y Olano, significaría el inicio de una época triunfal para el ciclismo español, que vería cómo en los siguientes años, ciclistas de nuestro país conseguirían títulos, destacando obviamente al cántabro Óscar Freire, quien se acabaría llevando los títulos de los años 1999, 2001 y 2004.

Pero además de Freire, Igor Astarloa en 2003 y Alejandro Valverde en 2018 acabarían consiguiendo sendos maillot arcoiris, sumando en total siete mundiales para la selección española, todos a partir del gran éxito en Colombia.

 

* Fotografía de Portada: AP Photo/Laurent Rebours

 

Iván nuestro experto en contenido deportivo, descubre en el blog de 888 Sport los entresijos del mundo del deporte. Su formación en sociología y su experiencia por casi una década trabajando en 888 contribuyen a que nos pueda dar una visión global de los aspectos competitivos del juego y coordinar la información sobre actualidad, estadística y Juego Responsable.