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¿Cuándo es el próximo Mundial?
El próximo Mundial se disputará en 2026, entre mediados de junio y mediados de julio, con sede compartida en Estados Unidos, Canadá y México. Será la primera Copa del Mundo organizada por tres países y, a efectos de viaje y logística, el reparto de sedes por “clusters” regionales será clave para la recuperación entre partidos.
A nivel de calendario, la temporada de clubes terminará apenas unas semanas antes del arranque, así que las selecciones llegarán con cargas de minutos altas y poco margen para micro-pretemporadas. Esa realidad premia a los equipos con automatismos ya asentados, por lo que una selección que está demostrando estar en uno de sus mejores momentos, como la española dirigida por Luís de la Fuente se antoja favorita Nº1 para el triunfo final.
¿Cuantas selecciones jugarán el Mundial?
Otro cambio importante es el formato ampliado a 48 selecciones. La fase de grupos se estructura en grupos de cuatro, con acceso a una fase eliminatoria más larga (arranca en dieciseisavos), lo que incrementa el número total de partidos y la aparición de “escollos” intermedios. Traducido: se necesitan plantillas profundas, rotación inteligente y planes B tácticos. Las potencias sin banquillo competitivo pagan el peaje en torneos largos.
Favoritos para ganar el Mundial
Este contexto encaja con el perfil de campeonas recientes: selecciones con una idea reconocible, control del ritmo y capacidad para cerrar partidos sin desordenarse. En nuestra lectura a modo de apuestas futbol, eso favorece a equipos con centrocampistas dominantes y extremos autosuficientes.
Por ejemplo, cuando pensamosen España y su último año competitivo, la sensación es que llega con automatismos consolidados y confianza alta: “si hubo una vez, puede haber más”. Además, resultados contundentes en clasificación —ese 0-6 fuera de casa ante Turquía— suelen traducirse en convicción del vestuario y tranquilidad táctica, dos intangibles valiosísimos en fases finales.
España
Si agrupamos por candidatura real (no solo por nombre), España está en la mesa principal. Viene de ganar la Euro y, sobre todo, de hacerlo con un plan reconocible: presión tras pérdida bien coordinada, circulación que acelera a la carta y extremos amenazando a pie natural. Lo confieso sin rodeos: “España es el gran favorito”.
No solo por el título reciente, también por la sensación de superioridad en cruces de máximo nivel: “se fundió a Portugal y Francia en la Euro” y dejó la impresión de que cuando sube el ritmo, manda. En ataque posicional, el falso 9 le da movilidad y lectura entre líneas; en mi caso, lo veo clarísimo: “con el falso 9 nos apañamos de lujo” y la plantilla es perfecta para sostener ese sistema a siete partidos.
Brasil
Brasil vive un relevo con talento (extremos decisivos y laterales profundos), pero no siempre encuentra equilibrio defensivo en choques cerrados.
Argentina
Argentina mantiene el gen competitivo campeón, pero dependerá de llegar con piernas frescas y de sostener la agresividad del bloque medio-alto ante rivales que no le regalen metros.
Francia
Detrás, en un segundo escalón, pondría a Francia, Inglaterra, Brasil y Argentina. Francia conserva un fondo de armario brutal y transición letal, pero ha mostrado picos de irregularidad estos últimos tiempos.
Inglaterra
Inglaterra tiene recambio generacional de élite y balón parado demoledor, aunque a veces sufre para acelerar sin espacios.
Otras selecciones underdog
En el tercer anillo de aspirantes vive la amenaza permanente: Alemania (rearme de idea y factor local europeo en su ADN competitivo), Portugal (fijaciones y desmarques de ruptura más segunda línea goleadora), y alguna sorpresa de cuadro favorable (un “tapado” que encadene tres partidos sin encajar). En torneos con más partidos, la varianza aumenta y los cruces pesan muchísimo: evitar una cadena Francia-Brasil-Argentina en fila puede valer tanto como una estrella en la camiseta. Aquí, otra ventaja para España: el control de contexto —saber dormir o acelerar los partidos— reduce esa varianza.
Cuotas a ganador del Mundial
Las cuotas no son bolas de cristal, pero sí un termómetro útil. En formato decimal, convertir una cuota en probabilidad implícita es tan simple como 1 / cuota; por ejemplo, una cuota 6.00 sugiere ~16,7% (antes de margen de la casa).
Eso no significa que esa selección “vaya a ganar uno de cada seis torneos”, sino que, con la información disponible, el mercado estima esa chance relativa frente a las demás. Las casas además añaden un “overround” (margen), de modo que la suma de probabilidades excede el 100%; por eso conviene comparar entre bookies y, si te interesa afinar, normalizar las probabilidades.
¿Por qué se mueven las cuotas? Les afectan lesiones, rachas, el sorteo (un cuadro amable dispara la probabilidad) y el flujo de dinero del público. También cambian por señales tácticas: si una selección prueba con éxito una variante —por ejemplo, consolidar un falso 9 que multiplique la ocupación del área—, el mercado puede ajustarla al alza.
¿Dónde encaja España en este puzzle? En la mayoría de comparativas recientes suele aparecer entre las principales favoritas junto a Francia, Brasil e Inglaterra. Con la Euro en el bolsillo y ese arranque fulminante 0-3 en Bulgaria y 0-6 ante Turquía como muestra de techo competitivo, no nos sorprende verla arriba.
Quien va a ganar el Mundial
Nuestro modelo mental para anticipar la selección que se proclamará ganadora del Mundial 2026 pondera cuatro cosas: idea de juego estable, centro del campo dominante, extremos con gol y capacidad para sufrir sin desordenarse. Con esos criterios, nuestro pick es España. No solo por la Euro; es por cómo la ganó: imponiendo ritmo, gestionando fases de partido y mostrando recursos.
Hay precedentes que suman: “ganamos el Mundial 2010 y la Euro 2012 sin delantero”, y la lectura actual es parecida —el equipo se siente cómodo “fabricando” el gol desde la superioridad posicional. Creemos que incluso sin Morata o un delantero centro de garantías, con el falso 9 nos apañamos muy bien y, francamente, la plantilla es perfecta para una Copa del Mundo larga.
¿Qué podría descarrilar el pronóstico? Un sorteo diabólico temprano, una lesión en un pilar del medio, o un partido de ida y vuelta donde se rompa la estructura. El antídoto: gestión de esfuerzos en fase de grupos, rotaciones coherentes y mantener el guion que trae hasta aquí. Mi conclusión es simple y directa: si hubo una vez, puede haber más. Con el estado de forma del último año, los precedentes y la evolución táctica, España es mi candidata para ganar el Mundial 2026.
- Pronóstico a quién gana el Mundial a fecha 8 de septiembre de 2025 : el Mundial 2026 premiará a quien domine los contextos y tenga fondo de armario. Si buscas una respuesta clara a quién ganará el próximo mundial de fútbol, nuestro voto va para España… y no es solo corazón: es forma, plan y plantilla.