El críquet y la apuestas de críquet ha adquirido una cierta reputación a lo largo de todos sus siglos de popularidad, ampliamente considerado como un juego noble en el que el espíritu deportivo triunfa sobre todo lo demás.

Si bien gran parte de todo esto sigue siendo cierto, sobre todo en lo relativo al respeto mostrado a los altos mandos y la camaradería evidente que hay entre los aficionados rivales en las gradas, el críquet no es inmune a las polémicas de los deportistas de élite. Desde tácticas discutibles hasta equipos inusuales, a continuación se presentan algunos de los momentos más destacados cuya polémica han afectado al mundo del críquet.

  • La serie Bodyline

La estrategia Bodyline fue ideada por el equipo de críquet de Inglaterra durante su gira 1932-1933 australiana, una táctica tan controvertida que determinó la serie Test. Se creó con la intención principal de anular el talento del legendario Don Bradman. Esta estrategia consistía en lanzar las bolas directamente al cuerpo del bateador en lugar de lanzarlas al método más tradicional, el que intenta golpear los tocones.

En el mejor de los casos, un bateador podía aspirar a lanzar la bola en dirección leg-stump, llevándola hasta el límite en un lanzamiento pull shot a la altura de la cintura. No pocas veces, las jugadas se reducían a medidas defensivas, con los defensores (fielders) del leg side muy próximos y esperanzados por hacerse con cualquier bola perdida. Como cabía esperar, esa manera de lanzar la bola tan intimidatoria enfureció a los australianos, que los hicieron temer por la seguridad de sus bateadores. Las fuerzas diplomáticas se vieron obligadas a intervenir para reprimir las acusaciones de comportamiento antideportivo por parte de los británicos, a fin de salvaguardar las relaciones entre los dos países.
Los legisladores también intervinieron, restringiendo a los lanzadores la capacidad de lanzar un bouncer (lanzamiento rápido) por turno.

Ese cambio en las reglas resultó ser demasiado tardío como para afectar a la serie Bodyline, en la que Inglaterra ganó por 4-1, aunque el fallo del equipo inglés al no ganar las seis series Ashes posteriores le dio al equipo australiano una venganza bastante merecida. El equilibrio está ahora mucho más cerca, con el equipo de Inglaterra cotizando a 1.85 a que serán los favoritos para ganar The Ashes en casa, en septiembre de 2019.

 

  • Lanzamiento underarm bajo

Mientras que muchos lanzadores con ritmo pueden manejarse bien entre las restricciones de las leyes del críquet para llevar a cabo ataques razonables pero intimidantes, otros han buscado métodos más tranquilos para obtener una ventaja. En 1981, Nueva Zelanda requirió de un seis en la última bola para empatar un partido ODI en Melbourne. El capitán australiano Greg Chappell ideó un plan astuto: ordenó a su hermano menor, Trevor, que lanzara la última bola del partido con la táctica underarm (por debajo de la axila).

Esta acción negó al bateador Brian McKechnie la oportunidad de asegurarse suficiente potencia y elevación como para golpear cualquier cosa que se pareciera mucho a un seis, para disgusto de casi todos en el mundo del críquet. Tanto las autoridades de Nueva Zelanda como las de Australia expresaron su descontento por esa táctica, si bien posteriormente los lanzamientos underarm fueran prohibidos en el críquet de overs limitados.

En tono de broma, el gran lanzador Glenn McGrath amenazó con recrear ese momento en el primer Twenty20 International, al imitar un lanzamiento underarm de Kyle Mills, capitán del equipo de Nueva Zelanda. Los kiwis necesitaron 44 carreras para la última bola, por lo que el acto de McGrath fue recibido con más humor que el de Chappell. El descaro de los Chappell para instigar dicha estrategia en un momento tan crucial no tiene parangón en la historia del críquet. Imaginemos que pasaría si los Hobart Hurricanes, los favoritos de la T20 Big Bash League, sellaran la victoria con un lanzamiento underarm; gracias a Dios, no existía Twitter en 1981, ya que la consternación sería monumental.

 

  • Esto no es críquet

Pocas cosas en el deporte y en las apuestas de críquet son más escandalosas que la idea de un infiltrado aireando los trapos sucios. El Futbolista Secreto gozó de una gran atención al ofrecer una perspectiva nueva y sin filtros de la vida entre bastidores, mientras que inevitablemente atraía especulaciones sobre su identidad. Era casi como un Agatha Christie que cobraba vida y jugaba con una camiseta del Reading, si la deducción final de que David Kitson estaba detrás de las revelaciones es la acertada.

El críquet tuvo su propia experiencia de un supuesto informador misterioso que tiraba de la manta y contaba historias polémicas de un camerino lleno de estrellas. A comienzos de la temporada 2009 de la Liga Premier de la India (IPL), un individuo anónimo que se consideraba miembro del Kolkata Knight Riders, equipo de la franquicia IPL, lanzó un blog titulado Fake IPL Player (Falso jugador de la IPL).

En un momento en el que el KKR se encontraba en un estado de relativa crisis, no se necesitó mucho para creer que un jugador desilusionado tomaría la blogosfera como medio para expresar su descontento. El contenido del blog hablaba de jugadores y entrenadores del KKR con una familiaridad hiriente, lo que llevó al gran público a creer que el autor era un jugador que se quedó fuera del once inicial. El público debería haber tomado el título del blog al pie de la letra; Fake IPL Player fue creado por el especialista en marketing Anupam Mukherji, alguien que no era jugador de críquet. Sus historias ficticias estaban totalmente desprovistas de información privilegiada, lo que agravó la decepción de los seguidores del KKR cuando el equipo terminó en los puestos de clasificación más bajos de la IPL.

 

  • Monster Bat

Si bien el término puede sonar como algo que atormentaba a Gotham City en lugar de a un campo de críquet de Surrey, el incidente de Monster Bat (Murciélago monstruo) marca uno de los intentos más descarados de manipular las reglas del críquet. Increíblemente, este incidente ocurrió en 1771; el críquet puede haber existido desde hace varios siglos, pero también la polémica deportiva. En un partido entre el Hambledon y el Chertsey, Thomas White, jugador de este último, intentó aliviar el temor de que sus tocones fueran golpeados utilizando un bate tan ancho como el wicket.

Los jugadores del Hambledon estaban muy lejos de sentirse complacidos con la táctica de White, por lo que escribieron una queja formal después del partido que llevó a una inclusión obvia, pero aparentemente necesaria, en las leyes del críquet. En ella se estipulaba que, efectivamente, el bate no puede ser igual de ancho que el wicket. Esta resolución formalizó las dimensiones de los bates de críquet, que siguen vigentes hoy en día. De no ser así, tal vez el equipo visitante de Bangladesh, que perdió 66/1, habría tenido la tentación de desplegar el Monster Bat en la ICC World Cup de 2019 para intentar nivelar el campo de juego.

Puede que el Monster Bat fuera realmente grande, aunque no era particularmente efectivo; el Chertsey aún perdió el partido por una carrera. Si bien los bates de críquet de hoy en día son más robustos que los equivalentes en el béisbol, probablemente sea mejor para el deporte como espectáculo que un bateador no pueda simplemente dejar caer su bate en un intento de cubrir todo el wicket.

 

  • Bateo heavy metal

Este suceso del siglo XVIII está lejos de ser la única controversia relacionada con los tipos de bates. En 1979, el australiano Dennis Lillee dejó perplejos a sus oponentes ingleses al sacar un bate de aluminio. Lillee es reconocido por ser uno de los lanzadores más rápidos de todos los tiempos más que un bateador de talento, pero puede que los espectadores creyeran que esta herramienta conocida como ComBat hubiera ayudado a Lillee a alterar las cuotas y superar significativamente a los bateadores especializados.

El capitán de Inglaterra, Mike Brearley, expresó su preocupación por la integridad de la bola si fuera golpeada por el metal, por lo que un enojado Lillee se vio obligado a cambiar de bate. Como resultado de esta anécdota, la elección del bate de Lillee sirvió aparentemente de medio de propaganda para el ComBat, aumentando las ventas del bate de aluminio en los meses posteriores. Las normas del críquet se modificaron rápidamente para estipular que la hoja de un bate debe estar hecha de madera.

La reciente polémica relacionada con la alteración de la pelota ha sido bien documentada, mientras que cualquier caso de deslizamiento suele copar las últimas páginas de los periódicos. Las controversias en el críquet enumeradas aquí están quizás entre las más singulares, al influir en la configuración de las normas de este deporte. Si bien sería interesante ver a Joe Root salir con un Monster Bat, no concordaría con el espíritu del críquet.
 

Iván nuestro experto en contenido deportivo, descubre en el blog de 888 Sport los entresijos del mundo del deporte. Su formación en sociología y su experiencia por casi una década trabajando en 888 contribuyen a que nos pueda dar una visión global de los aspectos competitivos del juego y coordinar la información sobre actualidad, estadística y Juego Responsable.