Este viernes 20 de septiembre comienza el Mundial de Rugby. Un torneo que se celebra cada cuatro años desde 1987, cuando nació la primera gran competición de selecciones absolutas y aunque no se dispute en Reino Unido, se antoja un gran evento de cara a las apuestas rugby en particular ya que cada vez tiene más seguidores este deporte, incluso en países como España que no han conseguido su pase para la cita mundialista...

La primera Copa del Mundo de la historia de este deporte de contacto tuvo como sedes a Australia y Nueva Zelanda, los dos gigantes del rugby de Oceanía. Los All Blacks fueron los campeones de esa primera edición al vencer a Francia por un marcador de 29-9 en la final celebrada en la ciudad neozelandesa de Auckland.

Más de 22 años después de ese acontecimiento histórico, la Rugby World Cup aterriza en Japón, país que se convertirá en el primer anfitrión asiático de la historia. Una novena edición que empezará con el partido del país anfitrión contra Rusia en el estadio Ajinomoto de Tokio. 20 países de los cinco continentes que contempla la World Rugby, la institución que gobierna las federaciones de rugby a nivel internacional, participarán en esta novena edición.

Japón se clasificó de forma automática por ser el país anfitrión, mientras que otras doce selecciones consiguieron su billete al terminar entre los tres primeros clasificados de cada grupo en el Mundial de Inglaterra 2015:

  • Australia
  • Gales
  • Inglaterra
  • Sudáfrica
  • Escocia
  • Nueva Zelanda
  • Argentina
  • Georgia
  • Irlanda
  • Francia
  • Italia
  • Namibia

El resto de las plazas se han otorgado a través de los diferentes procesos clasificatorios para el torneo: Estados Unidos, Uruguay, Canadá, Rusia, Fiyi, Tonga y Samoa. Los 20 países se dividen en cuatro grupos con cinco participantes cada uno. Los dos primeros clasificados de cada grupo avanzan a los cuartos de final, mientras que el tercer clasificado obtiene un billete para la Rugby World Cup 2023 que se celebrará en Francia.


Nueva Zelanda, el máximo favorito

La Copa del Mundo de Rugby 2019 promete ser una de las más igualadas de los últimos tiempos, ya que podemos contar hasta ocho selecciones con posibilidades reales de levantar la Copa Webb Ellis en la final que se disputará el sábado 2 de noviembre en Yokohama. A pesar de esta equidad, Nueva Zelanda parte a priori como la selección a batir en esta novena edición.

Los All Blacks son los actuales bicampeones del mundo, así como el único país que ha levantado tres veces el trofeo (1987, 2011 y 2015). Además, los neozelandeses suman seis títulos en el Rugby Championship, torneo anual en el que participan las cuatro grandes potencias del hemisferio sur (Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y Argentina), y también han cosechado una magnífica racha de 18 partidos invictos entre agosto de 2015 y octubre de 2016.

Nueva Zelanda llega a Japón con un balance de nueve victorias, un empate y tres derrotas en los últimos partidos. Si bien es cierto que los All Blacks han quedado terceros en la última Rugby Championship, la selección neozelandesa sigue siendo un equipo prácticamente imbatible. Además de disponer de talento en todas las líneas, también cuenta con Beauden Barrett, considerado el mejor jugador del mundo. El apertura o fly-half nacido en Nueva Plymouth tiene una velocidad para leer el juego superior al resto de los jugadores que desempeñan esa posición, aunque hay veces que el equipo se atasca con su distribución de juego. En cualquier caso, Nueva Zelanda sigue siendo el rival a batir en esta Rugby World Cup.

 

Cuatro grandes aspirantes a la Copa Webb Ellis

Irlanda aterriza en el país nipón como el líder del ranking de World Rugby con 89.47 puntos, siete por encima de Nueva Zelanda, que quedó relegada del primer puesto tras 509 semanas consecutivas en lo más alto. La selección dirigida por el neozelandés Joe Schmidt, que dejará el cargo tras este torneo, cuenta con la plantilla más ganadora de su historia.

Un equipo con una combinación de experiencia y juventud, con el apertura Jonathan Sexton como gran estrella, que ha conseguido ganar a los All Blacks en 2016 y 2018, aunque también han cosechado unos resultados decepcionantes en los partidos preparatorios para la cita mundialista, especialmente con una dolorosa derrota (57-15) ante Inglaterra.

Los irlandeses quieren recuperar su versión de 2018 (título y Gran Slam en el Torneo de las Seis Naciones) para superar como mínimo los cuartos de final, su techo en una Rugby World Cup. Un escalón por debajo de Nueva Zelanda e Irlanda se encuentra Sudáfrica.

Los regenerados Springboks de Rassie Erasmus llegan con una gran confianza tras proclamarse campeones de del Rugby Championship después de diez años desde su último título. La bicampeona del mundo (1995 y 2007) es uno de los equipos más fiables del torneo. Un conjunto dinámico que genera espacios para sorprender en tres cuartos. Los sudafricanos se enfrentarán a los All Blacks en el Grupo B, donde también se encuentran Canadá, Italia y Namibia.

 

Un partido decisivo del que dependerá el futuro de los Springboks en el torneo, ya que una derrota podría emparejarles con Irlanda en los cuartos de final. Gales y Australia cierran el grupo de aspirantes a la Copa Webb Ellis, aunque también podríamos añadir a selecciones que podrían dar la sorpresa, como es el caso de Inglaterra, Francia, Escocia o Argentina.

Los galeses, que cuentan con una de las mejores defensas del mundo, y los australianos, subcampeones en el Mundial de 2015, se verán las caras en el Grupo D, junto con Georgia, Fiyi y Uruguay. Dos selecciones que buscarán dar la sorpresa en esta novena edición de la cita mundialista para destronar a unos All Blacks que parecen más vulnerables que nunca.

* Artículo publicado origibnalmente el 26 de Septiembre de 2019. El contenido se puede ir actualizando.

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